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Recuerdos en blanco y negro

La devoción a la Virgen de Aguas Santas es tan antigua como la localidad de Villaverde del Río y en la memoria de sus habitantes más mayores se conservan anécdotas, imágenes y coplillas de otros tiempos. Son relatos que se guardan como pequeños tesoros en cada familia, a veces ilustrados por viejas fotografías descoloridas o en blanco y negro, que se rememoran cada año.

Este es un apartado para todo aquel que quiera compartir sus recuerdos, vivencias, imágenes, por ello, si queréis hacernos partícipes de ellos, tenéis a vuestra disposición la siguiente dirección de contacto: VillaverdePatrimonioQR@gmail.com

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En la memoria y el corazón

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Los alumnos y alumnas de 3º de ESO han realizado breves entrevistas a sus abuelos y abuelas y a los mayores de su familia, interrogándoles sobre la romería de otros tiempos. A las anécdotas han sumado viejas fotografías de otra época, lejana en el tiempo, pero no en la devoción

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Lola Rodríguez Morales (3º B)

Entrevista a mi abuela:

Cuando tú eras joven, ¿cómo se vivía la romería en el pueblo?

No se celebraba igual que ahora. Se hacía una fiesta mucho más pequeña y solo en un día, pues ahora se hace prerromería también. Nos vestíamos con trajes sencillos y más pequeños que ahora, pero nos peinábamos más o menos igual.

Por la mañana salía el Simpecado de la Virgen y hacía el mismo camino que ahora, pero, en mi época, no había charrets, había carretas de bueyes, algunos caballos y burros, donde se llevaba la comida.

Cuando llegabais al convento, ¿qué hacíais? ¿había casetas?

Cuando llegábamos, escuchábamos la misa y luego, como casetas no había, poníamos unas sabanas o mantas en el suelo y allí, junto con la familia y los amigos, comíamos bocadillos y los adultos bebían vino.

Porque los jóvenes no bebíais alcohol, ¿no?

No, no, a los 16 ó 17 se bebía algo de vino, pero, a tu edad, por ejemplo, nada.

Cuando llegaba la noche, ¿volvíais de la misma forma al pueblo?

Sí, recogíamos todo y volvíamos por el mismo camino al pueblo. Luego, allí, veíamos a la Virgen de recogerse. Las personas que montaban a caballo eran, sobre todo, hombres y le tiraban ramos de flores a la Virgen y se llevaban la carreta sin el Simpecado a la Casa Hermandad. Entonces, la fiesta se acababa y cada uno para su casa.

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Gema Borjas Miguel

3º C

“En 1935 mi abuelo tenía 9 años. Ese año mi abuelo iba andando, pero mucha gente iba en burros o caballos hasta llegar al convento. Quien llevaba caballo o burro cogía un sitio y allí almorzaban después de la misa. Mucha gente caminaba detrás de la Virgen y cuando terminaba la misa, volvían al pueblo a almorzar y después volvían de nuevo al convento. Con el paso de los años, se levantó una pequeña taberna para que la gente comiera y bebieran vino.

Años más tarde se hicieron las primeras casetas y mi familia fue una de las primeras en tener caseta. Estaban fabricadas con palos y quien tenía un toldo, lo ponía encima, Si no tenían, colocaban palos sobre el techo”

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Ana Muñoz Rey

3º C

Pregunta a sus abuelos:

¿Desde qué año vas a la romería?

Desde 1977, cuando tenía un año

¿Cómo vivías la romería antes?

Antes se rezaba cuando ibas por el camino; había muy pocas carretas y no se bebía. Los trajes de flamenca eran mucho más sencillos.

Solo escuchar los cohetes te daba mucha emoción. Recuerdo que los niños, los días antes, estábamos muy ilusionados, pero un acto religioso. Cantábamos en el coro y todos se reunían para escuchar la misa.

¿Y ahora?

Ahora, días antes se hacen fiestas en el pueblo, todo el mundo tiene caseta y la mayoría, también carreta.

A diferencia de entonces, sí se bebe y se come por el camino.

¿Es muy conocida la romería?

Sí, viene gente de otros pueblos y personas que ahora no viven aquí regresan ese día para acompañar la fiesta bailando sevillanas.

¿Crees que se mantiene la misma fe?

Han cambiado un poco las formas, pero esta tradición y fe se pasa de abuelos a padres y de padres a hijos, por lo tanto, nunca se va a perder. Seguiremos adorando a la Patrona de Villaverde del Río año tras año.

 

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Lucía Talavera Márquez

3ºA

Pregunta a sus abuelos:

“¿Cómo era el ambiente en el que se celebraba la fiesta?

Lo que yo recuerdo, de cuando era niña, es que íbamos con toda la familia al campo y en cualquier lugar nos poníamos y sacábamos las mantas. Allí comíamos, bebíamos y disfrutábamos todos juntos.

Se asemejaba más a un San Sebastián de ahora

¿Todo el mundo se permitía estar en una caseta, o solo unas cuantas familias tenían ese privilegio?

No había nada de eso. Se celebraba como un día de campo normal, salvo porque nos poníamos alrededor del convento y allí nos quedábamos hasta que se echaba el sol.

¿Cuál era el itinerario de la carreta?

La carreta salia desde la iglesia y llegaba hasta la ermita, cruzando por un camino de polvo. Los que podían iban a caballo detrás de la carreta y los que no, andando.

¿Cuánto tiempo se tardaba en preparar la fiesta?

Todo se preparaba el día antes de la fiesta, ya que no disponíamos de muchos recursos. Era bastante rápido.

¿Cómo eran los trajes de flamenca? ¿Y los de flamenco?

Los había de muchos estilos: largos, cortos, faldas con muchos volantes y lunares. Eran igual que ahora, pero hechos con tejidos distintos y asequibles

¿En qué zonas se celebraba?

Normalmente en el recinto de la ermita, pero los que no llegaban con suficiente tiempo, se tenían que alejar más. Me acuerdo de que mi padre decía “Venga, a poner el rancho”. Y todo nos reuníamos en una manta, nos poníamos a comer, bailar, cantar…

¿Cómo era el ambiente juvenil?

Era más familiar que juvenil; las familias se juntaban y eran pocos los que se alejaban un poco. Después iban todos a la misa

¿Había carriolas?

No, todos íbamos andando y algunas parejas iban montadas a caballo. Y a la hora de reunirnos, echábamos una manta al suelo y así pasábamos el día.

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Rosalía Marchena 3ºB

“Había muy pocas casetas, así que se ponía una manta debajo de un árbol y allí se comía. Se solía llevar pollo, filete, tortilla, etc.

Había pocos charrets y se podían ver algunos carros más, pero la mayoría de la gente iba andando con su canasto de comida. También iban en caballos o burros y el jueves los niños salían a cantar “los pollos con tiempo”, como en la actualidad.

Los trajes de flamenca solían tener uno o dos volantes abajo; cuando el corte estaba en la cintura, los volantes eran abundantes. También podían tener algún que otro volante en la manga y un mantoncillo”.

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Francisco Jesús Vilches López

3º D

Entrevista a sus abuelos Dolores y Antonio:

“Antes, la Virgen iba a caballo y solo había una o dos carrozas. Las personas en su mayoría iban andando, muy pocos a caballo y, en el caso de mi bisabuela que era mayor, en burro. Un año, mi abuelo construyó una carroza junto con su hermano con madera y plantas. Le prestaron un burro y fueron así a la romería.

El camino que recorrían de ida es el mismo de ahora. Cuando llegaban a su destino, la ermita, que era entonces más pequeña, se colocaban debajo de los naranjos y granados, y ponían una sábana o manta,

La comida que llevaban era muy sencilla, dado que los recursos eran limitados: tortilla de patatas y filetes empanados, acompañados de gazpacho. Las bebidas eran agua y, unos pocos, traían vino.

Se celebraba una misa enfrente de la ermita, como ahora. Las vestimentas eran humildes. Era la ropa que había y, más adelante, algunos pocos se ponían el traje de flamenca.

El regreso era por el mismo camino de ida. Llegaban a la iglesia de día y dejaban a la Virgen en la puerta. Los que tenían caballo daban vueltas alrededor de la iglesia.”

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Manuel y Mª Dolores Zamora Torres

3ºD

Entrevistan a su abuela:

“La romería se celebraba en honor de la Virgen de Aguas Santas, patrona de la localidad de Villaverde del Río, se conocía y se sigue conociendo popularmente como la “Misa del Convento”. Se celebraba el segundo domingo de mayo. Se portaba el Simpecado Primitivo desde la parroquia del pueblo hasta la Ermita del Convento en una carreta de madera tirada por bueyes. La carreta se tapaba por el camino con unas cortinas para proteger el Simpecado del polvo. La distancia era de unos 3 km.

Los hombres iban acompañándola a caballo y con un sombrero; el sacerdote iba también a caballo vestido con sotana y bonete y las mujeres, vestidas con trajes de flamenca. Una vez llegados a la ermita, se celebraba la “Misa del Convento” y, al finalizar esta, se iniciaba la comida y las sevillanas populares, situándose las familias debajo de las encinas y olivos con mantas en el suelo. Se comía el guiso más tradicional, el pollo en salsa, y la tortilla de patatas.

Al finalizar el día, se iniciaba el camino de vuelta; la carreta paseaba por las distintas calles del pueblo y al llegar al azulejo que estaba situado junto a la fuente de la Avenida de Nuestra Señora de Aguas Santas se recogían las cortinas de la carreta y se seguía recorriendo las calles del pueblo hasta llegar a la parroquia.”

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Olga Núñez González

3º D

Ha preguntado a su abuela:

“Con el paso de los años la romería de Villaverde del Río ha ido cambiando. Ahora se suele ir en coche de caballos o carriolas, antes todo el mundo iba andando, aunque algunos iban en mulos. Los mulos servían para cargar la bebida y la comida para el camino.

Al llegar al convento se celebraba una misa, cosa que no ha cambiado. Cuando terminaban iban a algún sitio de allí a reunirse con sus familiares y amigos, En la actualidad hay casetas, antes se reunían en mantas sobre el suelo. Poco a poco han ido encontrando materiales para hacer las casetas, formadas de hierros y maderas, con flores, jazmín y recursos naturales. Como se hace también ahora, se cantaban las canciones tradicionales de la romería.

Cuando anochecía y la Virgen volvía a su iglesia, se reunían para cantar todos los habitantes.

Antiguamente la vestimenta era adecuada a esa época; ahora los trajes son más modernos y bonitos. Las casetas cada año van mejorando y ese día Villaverde se llena de gente, tanto de aquí, como de fuera.”

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Mª Cruz Martínez Domínguez

3º D

“Mi abuela conoció desde siempre la romería. En esta foto de hace 67 años, solo tiene cuatro años. Era una tradición que sus padres les inculcaron a ella y sus hermanos. Hacían el camino andando, en burro o en carro. Llevaban la comida en mulas, pasaban allí el día y comían pollo, conejo, cordero, chacina y tortilla, y de merienda gañotes, pestiños y bizcocho. El camino ha sido siempre acompañado con caballos, burros y carros.

Una vez llegaban al recinto de la ermita, cada familia se sentaba debajo de un árbol con un mantel o una manta en el suelo. Antes de sacar la comida y empezar a comer se asistía a la misa que se hace en la ermita. Allí se ponía la comida en cacerolas y ollas.

Después de diez años ya fue mi padre montando una caseta con sus hermanos. Eran constructores y las montaban con palos, tablas y cuerdas. Se adornaban con el verde del tamujal (flores y retamas). Aún se siguen montando las casetas, pero de hierro. Y con los adornos tradicionales que requiere el sitio.

El camino de vuelta se suele hacer andando detrás de la carreta. Se ha vuelto a recuperar el camino del tamujal que antiguamente se había perdido.

Después de tantos años seguimos la misma tradición, llevando a hijos y nietos. Se hace más variedad de comida.”

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Almudena Tirado Ortega

3º B

Abuela, ¿Se celebraban los días anteriores a este igual que ahora?

No, ni parecido. Se celebraba solo el día de la Virgen, el último domingo de mayo. Se empezaba el viernes y los niños salían por las calles cantando con campanitas esta canción: “prepara los pollos con tiempo, que pasado mañana es la misa del convento”. Y se sigue cantando.

¿Se adornaba la calle principal en la salida de la Virgen igual que ahora?

No, antes echaban poca hierba en el suelo, romero, sobre todo, y ponían cortinas en los balcones.

¿Cómo os vestíais para este día?

De flamenca, pero no como los de ahora; con muchos volantes y en las mangas también. Los volantes se decoraban con madroños y con cintas de colores.

¿Había casetas? ¿Se decoraban las casetas igual que ahora? ¿Qué se hacía de comer?

Había algunas casetas. Las hacían de palos y cañizos, también con adelfas, tablas … Se cocinaba un chivo; se guisaba y se llevaba en una olla, con una garrafa de vino y cervezas.

¿Se celebraba en el mismo sitio?

Sí, antes no había tanto follaje y había menos casetas.

¿Cómo se hacía el camino?

Andando, en carrozas, otra gente iba en burro, donde llevaban garrafas de vino, y pocos, a caballo.

¿Le hacíais ofrendas a la Virgen?

Sí, los caballistas le llevaban flores y se las dejaban a los pies de la Virgen. También en las misas se les acercaban ramos.

¿Crees que los jóvenes tenemos la misma devoción que ustedes cuando erais jóvenes o ha cambiado?

Depende, hay jóvenes que son muy devotos y otros que no echan cuenta. Devoción ha habido siempre, aunque antes los jóvenes no eran muy devotos.

 

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Francisco José Martínez Leal y Amanda Martínez León

3º D

Hablan con Antonia, de 82 años, bordadora de Villaverde.

“Nos cuenta que en su época, como su madre no tenía dinero, ningún año podía vestirse de flamenca y a ella le hacía muchísima ilusión. Así que su madre, Carmen, se dedicó a criar gusanos de seda, los llevó a Sevilla y allí le daban hilo para poder llevarlo a alguien que se lo hiciera. Cuando cumplió 10 años su madre le regaló un traje para que se pudiera vestir en la romería; era de color burdeos con lunares blancos. Justo a partir de los 10 años ella empezó a bordar junto a su madre y llegó a trabajar para toda España.

Nos explica que su madre preparaba gazpacho y algunas otras comidas así de típicas. Se iban a la misa, donde nos cuenta que tenía un montón de pretendientes, ya que era una mocita muy guapa en su época y no paraban de hacerle fotografías. Cuando terminaba la misa iban desde el pueblo con su cesta, donde llevaban la comida, y la mantita, para echarla en el suelo a modo de pic-nic.

Una vez llegaban al convento, había personas, las más adineradas, que tenían casetas, pero ella se quedaba en una zona a la que la había invitado la jefa de su marido y allí permanecían todo el día. A ella le encantaba montar a caballo y dice que todo el que le preguntaba si quería montar, ella le respondía que sí. Una vez, nos cuenta que su madre dijo “Mira esa chiquilla como corre en ese caballo”, y resultó que era ella.

Al final, sobre las 10 u 11 de la noche, cuando ya se recogía la Virgen, ellos recogían sus cosas y se marchaban. Y una vez que se guardaba la Virgen, ella también se marchaba a casa.

Nos cuenta que desde que tuvo a sus dos hijos y se encontraba embarazada, y ya después de que fallecieran sus padres, no quiso ir en un tiempo. Y cuando murió también su marido, dejó de ir a la romería, por lo que lleva cerca de diez o doce años sin volver, ya que, nos dice, que no tiene la misma ilusión que antes, cuando era joven.”

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José Manuel Compán

3º D

- Abuela, ¿siguen siendo las mismas costumbres de antes? ¿en qué han cambiado?

Las costumbres son las mismas, pero hay varias cosas que cambian. Antes no había casetas, se utilizaban higueras, olivos… y no había carrozas.

- Y sobre la vestimenta, ¿qué me puedes decir?

Los trajes en sí solo han cambiado las telas, se usan más encajes y son mucho más cómodos. Incluso creo recordar que los hombres con corbata.

- Te voy a preguntar varias cosas. Quiero empezar por la comida, luego quiero conocer tu opinión general y que valores la romería de antes y la de ahora.

Se avisaba con una campana dos días antes de la romería, para que se preparara la comida, como pollos, tortillas, conejo, pequeños bocadillos… Antes no había apenas música, pocos caballos y no había tanta gente. Me gusta más la romería de ahora, con una diferencia grandísima. A la romería de antes le doy un 4 y a la de ahora un 10. Hay variedad de todo e incluso viene mucha gente de fuera.

- ¿Conservas alguna foto de la romería de antes?

Sí, esta es la más antigua que tengo. Aquí se ve que no había carretas, ni muchos caballos.

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Nerea Acemel

3º D

“Al principio, en la romería todo el mundo iba andando al lado de la carreta, excepto la gente que tenía carros de madera, que adornaban con papelillos de colores y telas, e iban tirados por mulos. La carreta ahora es de plata y tirada por bueyes. Antes, algunos años, llevaba el estandarte, menos en ocasiones especiales, cuando iba la Virgen, y era tirada por mulos.

Los vestidos de flamenca seguían la moda y la vestimenta de los hombres eran chaquetas cortas, pantalones de rayas y sombreros de ala ancha. Tampoco había casetas; la gente se llevaba su comida y comían a la sombra de los árboles o iban a unos bares. Montaban carpas y lonetas con una barra y se situaban también debajo de los árboles, en la sombra.

El camino que se hacía antes no es el mismo de ahora. Hace unos años se comenzó a ir por un camino de tierra, pero antes había una charca y por eso se iba por el camino de arriba, que es ahora la carretera.

Los sábados de prerromería las mujeres guisaban la comida para el día siguiente, mientras los hombres se iban al convento a los bares y estaban allí casi toda la noche. Volvían a su casa, se vestían y lo preparaban todo para el día de la romería”

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